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Panleucopenia felina
La Panleucopenia felina (FPV) es una enfermedad de origen viral altamente contagiosa, a menudo fatal, que se observa en todo el mundo. Los gatitos son afectados más severamente. El parvovirus que lo causa es muy resistente (puede persistir durante 1 año a temperatura ambiente si se protege en material orgánico).
Etiología y patogenia
El virus de la Panleucopenia felina está estrechamente relacionado con el virus de la enteritis del visón y los parvovirus canino tipo 2 (CPV) que causan la enteritis por parvovirus canino. El FPV puede causar enfermedad en todos los félidos y en algunos miembros de las familias relacionadas (por ejemplo, mapache, visón, etc.), pero no perjudicar a los cánidos.
Las partículas de virus son abundantes en todas las secreciones y excreciones durante la fase aguda de la enfermedad y pueden ser eliminadas en las heces de los animales recuperados hasta por 6 semanas después de la recuperación. Al ser altamente resistente a la inactivación, el parvovirus puede ser transportado por largas distancias a través de fómites (por ejemplo, zapatos, prendas de vestir, etc.). Sin embargo, el FPV puede ser destruido por la exposición a una dilución 1:32 de lejía (hipoclorito de sodio acuoso al 6 %), 4 % de formaldehído y 1 % de glutaraldehído durante 10 minutos a temperatura ambiente. Los desinfectantes peroxigenados también son muy eficaces. Los gatos se infectan vía oronasal por la exposición a animales infectados, a sus heces, secreciones o fómites contaminados. Se cree que la mayoría de los gatos que deambulan libremente están expuestos al virus durante su primer año de vida.
El FPV infecta y destruye las células que se dividen activamente en la médula ósea, tejidos linfoides, el epitelio intestinal y, en animales muy jóvenes, el cerebelo y la retina. En gatas preñadas, el virus puede propagarse por vía transplacentaria para causar la reabsorción embrionaria, momificación fetal, aborto y muerte fetal. Alternativamente, la infección de gatitos en el período perinatal puede destruir el epitelio germinal del cerebelo, lo que lleva a la hipoplasia cerebelosa, falta de coordinación y temblor. La ataxia cerebelosa inducida por el FPV es un diagnóstico relativamente raro, porque la mayoría de las gatas transfieren pasivamente anticuerpos suficientes a sus gatitos para protegerlos durante el periodo de susceptibilidad.
Hallazgos clínicos y patológicos
La mayoría de las infecciones son subclínicas, como lo demuestra la alta seroprevalencia de anticuerpos anti-FPV entre los gatos no vacunados y sanos. Esos gatos que se enferman son, generalmente, menores de un año. Los casos de presentación hiperaguda pueden morir repentinamente con pocos o ningún signo. Los casos agudos muestran fiebre (104 °-107 ° F [40 ° C-41.7 ° C]), depresión y anorexia después de un período de incubación de 2-7 días. El vómito suele desarrollarse 1-2 días después del inicio de la fiebre; normalmente es bilioso y relacionado a la comida. La diarrea puede empezar un poco más tarde, pero no siempre está presente. La deshidratación extrema se desarrolla rápidamente.
Los gatos afectados pueden sentarse durante horas frente a su plato de agua a pesar de que no pueden beber mucho. Casos terminales presentan hipotermia y pueden desarrollar shock séptico y coagulación intravascular diseminada.
El examen físico, por lo general, revela una profunda depresión, deshidratación y, algunas veces, dolor abdominal. La palpación abdominal, que puede inducir el vómito inmediatamente, puede revelar asas intestinales engrosadas y agrandamiento de los ganglios linfáticos mesentéricos. En los casos de hipoplasia cerebelosa, se puede ver ataxia y temblores. Si se presentan lesiones de la retina, aparecen como discretos focos grises. La duración de esta enfermedad autolimitada es, raramente, mayor a 5-7 días. La mortalidad es más alta en los gatitos jóvenes menores de 5 meses de edad.
En general, existen pocas lesiones macroscópicas a pesar de que la deshidratación suele estar marcada. Es típica la dilatación de asas intestinales y puede haber engrosamiento y paredes hiperémicas. Puede haber petequias o equimosis en las superficies serosas intestinales. Durante el período perinatal en gatitos infectados, puede llamar la atención el cerebelo de menor tamaño. Histológicamente, las criptas intestinales suelen estar dilatadas y contienen restos que consisten en células epiteliales descamadas y necróticas. Embotamiento y fusión de vellosidades también pueden estar presentes.
Diagnóstico
Un diagnóstico presuntivo se basa, generalmente, en los signos clínicos compatibles en un gato vacunado de forma inadecuada y la presencia de leucopenia (nadir 50-3.000 CMB / l). La neutropenia es un hallazgo más consistente que la linfopenia. Los recuentos totales de leucocitos < 2.000 células / l se asocian con un peor pronóstico. El diagnóstico a veces puede ser confirmado mediante un kit de prueba de inmunocromatografía en el consultorio destinado a la detección del antígeno fecal CPV. Sin embargo, el antígeno fecal es detectable solo por un corto tiempo después de la infección y resultados falsos negativos son comunes.
Fuente: Manual Merck Veterinario