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Complejo respiratorio felino
Las enfermedades del complejo respiratorio felino son aquellas caracterizadas por producir rinosinusitis, conjuntivitis, lagrimeo, salivación y úlceras orales. Las principales son la rinotraqueitis viral felina (FVR); herpes virus felino tipo 1, calicivirus felino (FCV), Chlamydia felis, Mycoplasma felis, o la combinación de estas infecciones, afecta tanto especies domesticas como exóticas. La neumonía felina (Chlamydia psittaci) y las infecciones por Mycoplasma spp., aparecen con menos importancia. La peritonitis infecciosa felina normalmente cursa con una condición generalizada, pero puede causar signos por la infección de la parte alta del tracto respiratorio.
La rinotraqueitis infecciosa felina (FVR) y el calicivirus son hospedadores específicos y no representan riesgos conocidos en humanos. Se ha reportado conjuntivitis en humanos producida por el agente de clamidiosis felina.
Etiología y patogenia
La mayoría de las infecciones agudas del tracto respiratorio superior felino son causadas por el virus de FVR, aunque el FCV puede tener mayor prevalencia en algunas poblaciones. Puede ocurrir la infección conjunta de estos.
Se cree que otros organismos como Chlamydia felis, Mycoplasma spp. y reovirus representan la mayoría del resto de infecciones o de las complicaciones posteriores a la infección con FVR o FCV. La Bartonella henselae también puede generar complicaciones posteriores a la infección.
La transmisión natural de estos agentes ocurre por vía aérea en las gotas y por fómites, que pueden ser traídos a un gato susceptible por un cuidador. Los gatos convalecientes pueden albergar los virus por muchos meses. El calicivirus puede ser eliminado continuamente, mientras el virus de rinotraqueitis es eliminado de forma intermitente. El estrés puede precipitar un segundo curso de la enfermedad.
El periodo de incubación es de 2 a 6 días para FVR y FCV, y de 5 a 10 días para la neumonía felina.
Hallazgos clínicos y patológicos
El inicio de la FVR está marcado por fiebre, estornudos frecuentes, conjuntivitis y salivación frecuente. La excitación o el movimiento pueden inducir los estornudos. La fiebre alcanza 40.5 °C, pero desaparece y tiende a fluctuar desde normal hasta los 39 °C. Al inicio, hay descarga nasal y ocular serosa, que pronto se convierte en mucopurulenta. Al tiempo, la depresión y la anorexia se hacen evidentes, los gatos pueden desarrollar estomatitis ulcerativa y queratitis ulcerativa en algunos de ellos. La sintomatología puede persistir de 5 a 10 días en casos leves y perdurar hasta 6 semanas en casos severos.
Frecuentemente, la enfermedad se puede prolongar y la pérdida de peso puede ser marcada.
El FVR puede tener complicaciones con infecciones bacterianas secundarias; el aborto e infecciones generalizadas se han asociado a esta enfermedad.
Serológicamente, hay muchas cepas relacionadas con el calicivirus felino. Al parecer, estas tienen predilección por el epitelio de la cavidad oral y de los tejidos pulmonares profundos. Algunos calicivirus no son patógenos, mientras que otros inducen algo más que salivación y ulceración de la lengua, el paladar y las fosas nasales. Otros producen edema pulmonar y neumonía intersticial. Clínicamente, es prácticamente imposible diferenciar la infección por FVR de la de FVC.
Dos cepas pueden producir el síndrome de cojera transitoria sin signos de úlceras orales o neumonía. Estas cepas producen una fiebre transitoria alternando los signos de cojera en las miembros, con dolor a la palpación de las articulaciones afectadas. Los síntomas son más frecuentes en gatitos entre las 8 y 12 semanas de edad y generalmente se resuelven sin tratamiento. Este síndrome puede presentarse en gatitos vacunados contra FCV; ninguna vacuna protege contra las cepas que producen el síndrome de cojera.
El calicivirus también ha sido hallado en gatos con gingivitis linfocítica–plasmocitica y estomatitis. Las lesiones superficiales sanan rápidamente y el apetito regresa después del inicio de la enfermedad. El curso clínico está entre 7 – 10 días, una respuesta febril aguda, inapetencia y la depresión son síntomas comunes. También se pueden observar rinitis serosa y conjuntivitis.
Las infecciones con C. felis tienen como característica la producción de conjuntivitis, los gatos estornudan ocasionalmente. Puede presentarse fiebre en el progreso de la enfermedad con desarrollo posterior de descargas lagrimales serosas hasta conjuntivitis mucopurulenta, infiltración linfoide e hiperplasia epitelial.
Los gatos convalecientes pueden sufrir recaídas.
El Mycoplasma spp. puede infectar los ojos y las vías respiratorias superiores, produciendo edema severo de la conjuntiva y una rinitis menos severa.
La ocurrencia de la enfermedad respiratoria de vías superiores es rara en gatos adultos correctamente vacunados. Para estos gatos, se deberían descartar otras enfermedades respiratorias y enfermedades concurrentes de inmunodeficiencia, incluidas la leucemia viral felina y la inmunodeficiencia viral felina.
Diagnóstico
La lesiones suelen limitarse al tracto respiratorio, las conjuntivas y a la cavidad oral.
En FVR, las conjuntivas y la mucosa nasal están enrojecidas, inflamadas y cubiertas de un exudado desde seroso a purulento. En casos severos, se pude observar necrosis focal en estas membranas. La laringe y la tráquea pueden encontrarse levemente inflamadas.
Los pulmones pueden estar congestionados, con áreas pequeñas de consolidación; sin embargo, los cambios pulmonares rara vez son notables en caso de FVR, excepto en gatitos jóvenes estresados.
La lesión histológica característica en FVR son los cuerpos de inclusión intranucleares acidófilos. Durante la etapa temprana de la enfermedad, los cuerpos de inclusión pueden estar presentes en los sitios de necrosis epitelial en la lengua, membranas nasales, amígdalas, epiglotis, tráquea y la membrana nictitante.
Los cuerpos de inclusión son transitorios y no se observan en la infección por calicivirus.
La lesión característica causada por FCV es la ulceración de la mucosa oral, también hay lesiones en la lengua y el paladar duro. Inicialmente, pueden aparecer vesículas que posteriormente se rompen. Ocasionalmente, se pueden encontrar úlceras en el epitelio del tabique nasal medio. Los calicivirus más virulentos destruyen las células epiteliales de bronquiolos y alvéolos, causando edema pulmonar agudo que evoluciona a hiperplasia bronquiolar seropurulenta y neumonía intersticial.
Al principio del curso clínico de la neumonía felina, el organismo causante puede identificarse mediante la tinción con Giemsa, frotis o raspados conjuntivales.
Los cuerpos elementales están intracitoplasmáticos; los micoplasmas se observan como cuerpos coloides extracelulares que a menudo se pueden ver en la superficie de las células epiteliales de la conjuntiva.
Diagnóstico
El diagnostico presuntivo se basa en los signos clínicos típicos, como estornudos, conjuntivitis, rinitis, lagrimeo, salivación, ulceras orales y disnea. La FVR afecta las conjuntivas y las fosas nasales, el calicivirus afecta la mucosa oral y el tracto respiratorio inferior. La infección por clamidia produce conjuntivitis crónica leve.
Estas infecciones pueden ser más pronunciadas si son mixtas.
El examen citológico de raspados conjuntivales por intermedio de la Tinción con Giemsa es importante para la identificación de Chlamydia spp. y Mycoplasma spp. El diagnóstico definitivo se basa en el aislamiento e identificación del antígeno.
Los sitios indicados para la toma de muestras son la mucosa orofaríngea, fosas nasales y sacos conjuntivales. El diagnóstico de FVR es difícil ya que el virus se elimina de forma intermitente y su tasa de seroprevalencia y aislamiento son similares en gatos enfermos y en gatos sanos.
Las muestras tomadas de secreciones faríngeas, oculares y nasales para PCR pueden ayudar al diagnóstico del agente causal.
Tratamiento
El tratamiento es sintomático y de soporte. El uso de antibióticos de amplio espectro es útil contra las infecciones bacterianas secundarias (por ejemplo, amoxicilina con ácido clavulánico, cefalosporinas, trimetoprima/sulfametoxacol, fluoroquinolonas, tetraciclinas, cloranfenicol, entre otros) y contra la C. felis y el M. felis directamente.
La limpieza frecuente de las descargas nasales y oculares son importantes para la comodidad del gato. La nebulización y el uso de solución salina pueden ayudar a eliminar las secreciones severas.
Los aerosoles nasales con vasoconstrictor (por ejemplo, el uso de 2 gotas en cada fosa nasal de sulfato de adrenalina, solución al 25 %) y los antibióticos pueden ayudar a disminuir la cantidad de exudado nasal; sin embargo, el uso prolongado de descongestionantes nasales puede producir una congestión nasal de rebote y empeorar los signos clínicos. Para prevenir la irritación corneal producida por el exudado seco, es indicado el uso de ungüentos oftálmicos con antibióticos (tetraciclinas en infecciones por C. felis).
Si se llegaran a desarrollar úlceras corneales en la infección por FVR (queratitis herpética), se recomiendan preparaciones oftálmicas con idoxuridina o aciclovir, adicional al uso de otras preparaciones antibióticas oftálmicas.
La lisina (250 mg vía oral) interfiere con la replicación viral del herpes y puede disminuir la gravedad de la infección.
Si se presenta disnea grave, el gato debe recibir apoyo con oxígeno. La suplementación de líquidos está indicada para corregir la deshidratación y la alimentación forzada puede llegar a ser necesaria; la esofagostomía y el uso de una sonda pueden ser necesarios para la suplementación alimentaria en gatos severamente afectados.
Los antihistamínicos (por ejemplo, maleato de clorfeniramina, vía oral, 8 mg para adultos y 4 mg para gatitos) puede ser beneficiosa en el curso de la enfermedad temprana.
Prevención
Se encuentran disponibles varias vacunas intranasales de virus vivos modificados FVR-FCV. Los gatos mayores a 9 semanas de edad deben vacunarse dos veces, con un intervalo de 3 semanas. Los gatitos deben vacunarse a intervalos de 3 a 4 semanas hasta que tengan más de 12 semanas de edad. En gatos adultos está indicada la revacunación con una dosis única cada 1 a 3 años.
Se debe informar a los propietarios que los gatos inoculados por vía oronasal pueden estornudar con frecuencia durante 4 a 7 días después de la vacunación. Los gatitos vacunados menores de 12 semanas deben ser vacunados de nuevo al llegar a esta edad. Se recomienda la revacunación anual con una dosis única.
Las vacunas FVR-FCV con virus vivos modificados destinadas a la administración parenteral están disponibles en combinación con vacunas de virus vivos modificados o inactivadas para panleucopenia felina.
También está disponible una vacuna administrada por vía parenteral compuesta completamente por virus inactivados.
Las vacunas que contienen embrión de pollo o línea celular de origen parea C. felis se administran por vía parenteral. Se recomienda una dosis única para gatos mayores a 12 semanas de edad. Los gatitos más jóvenes deben ser revacunados cuando alcanzan las 16 semanas.
Todos los gatos deben ser revacunados anualmente. Estas vacunas están indicadas en criaderos o en sitios donde se ha confirmado la infección por C. felis.
Las vacunas contra la clamidia están disponibles en combinación con FVR-FCV y panleucopenia.
La vacunación sistemática y el control de los factores ambientales (como la exposición a gatos enfermos, el hacinamiento y el estrés) brindan una buena protección contra la enfermedad de las vías respiratorias superiores.
Fuente: Manual Merck Veterinario